Los aficionados al fútbol seguro habréis visto mil escenas como esta, o eso es lo que creéis, porque este es un fallo enorme, tan grande que es muy difícil encontrar otros que se puedan parecer a él.
Es de estos fallos que si hubiese acabado realmente en gol no dejaría de ser uno más en los millones de goles que se han marcado pero que justamente al haberlo fallado de forma tan estrepitosa ha quedado grabado ya en los anales del fútbol.
Imaginad robar el balón en la cara del mismo portero después de un desafortunado pase desde la defensa. Te mueves con tranquilidad y te sitúas a menos de 1 metro de la línea de gol, tal cual. Es imposible fallarlo, ¿verdad? A fin de cuentas prácticamente lo único que tienes que hacer es empujar el balón dentro de la red.
Pues tuvo la suficiente puntería para dar en el palo con el balón. Ridículo espantoso el que sufrió este jugador, el cual intentó arreglar un poco el enorme error yendo a por la pelota. Todo obviamente fue demasiado tarde, quedando ya no en una oportunidad, en un gol fácil y asegurado que se perdió por su culpa, nada más y nada menos.