Un nuevo milagro ha sido atisbado, esta vez en Vietnam, donde una peregrinación fue testigo de cómo una estatua comenzó a moverse delante de ellos. El revuelo que se crea a su alrededor es simplemente espectacular, producto de la enorme fé que demuestran estas personas al comprobar que sus palabras han sido escuchadas por el Señor, enviando una señal de que realmente les atiende y les vigila, apoyándoles para que puedan seguir adelante.
Las miles de personas que se encontraron en ese momento coinciden en que la estatua se movía de forma visible, cambiando además de color a medida que pasaban los minutos. Una manifestación que no hace más que aumentar el fervor a la creencia de Dios, siempre atento a todos nuestros movimientos a pesar de los enormes descalabros que nos causamos a nosotros mismos.
Hay muchos escépticos que no creen que realmente se moviese. Nosotros no podemos postularnos sobre la autenticidad de lo ocurrido pero las pruebas están ahí, para que cada uno saque sus propias conclusiones. Como bien dicen ellos mismos, es la fé la que hace que realmente ocurran estos hechos y si es necesaria para que mejoremos como personas entonces solo podemos desear que sigan ocurriendo.